Cuidar los baños y el drenaje también es una forma directa de proteger el agua. Un buen uso del retrete evita taponamientos, fugas y contaminación. Es sencillo: no tires basura, toallitas o cabello al excusado, ya que estos materiales pueden obstruir el sistema y generar problemas en toda la red sanitaria. Mantener limpio el baño y usarlo correctamente ayuda a que el agua siga fluyendo hacia donde debe. Recordemos que cada acción cuenta. Mantén hábitos de higiene, evita tirar residuos en el drenaje y protege el sistema sanitario de tu hogar y tu comunidad. Cuidar el saneamiento es cuidar nuestra salud y el recurso más valioso que tenemos. Por una Seguridad Hídrica ¡Cuidemos el Agua!

