El medidor es una pieza clave para el control y uso responsable del agua. Durante el invierno, cubrirlo adecuadamente evita daños por congelamiento y posibles fugas que afectan el suministro y generan desperdicio. Cuidar el medidor es una acción responsable que beneficia a todos. Protege tu instalación, evita reparaciones innecesarias y contribuye al uso eficiente del agua. Recuerda, ¡Más vale cubrir que lamentar!

