Más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza, por lo que la base de una economía próspera para una nación es la tierra sana y fértil. Sin embargo, en las últimas décadas, el proceso de degradación de suelos se ha convertido en uno de los mayores problemas a nivel internacional. Cada año, superficies del tamaño de Egipto se degradan, ocasionando la pérdida de biodiversidad, sequías prolongadas y desabastos de agua. Esto provoca desplazamientos masivos de poblaciones que dependen de los suelos en todo el mundo . Este problema necesita atención máxima por parte de las naciones, si la situación se mantiene, será necesario restaurar 1,500 millones de áreas verdes e invertir más de 1 billón de dólares para 2030. La Desertificación y la Sequía fueron identificadas como desafíos mayores en 1992 y, más tarde, en 1994, la Asamblea General estableció la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (CNULD-UNCCD), el único acuerdo internacional legal que vincula el medio ambiente y el desarrollo con la gestión sostenible de la tierra. Así se declaró el 17 de junio como el «Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.» Bajo el lema «Restaurar la Tierra. Generar Oportunidades», esta fecha nos invita a hacer conciencia y participar por nuestra tierra, promoviendo acciones sustentables y fomentando el uso consciente de los recursos naturales.
jueves, junio 19, 2025
