Un contingente conformado por decenas de ciclistas, amigos y familiares acompañaron hasta su última morada al conocido matehuanse Domingo «Mingo» Loera, quien fuera reconocido ampliamente por sus logros y aportación al deporte del ciclismo.
Mingo Loera, quien dejó de existir el pasado lunes, vivió sus últimos años dedicado a la reparación de bicicletas en un taller ubicado en la calle Hidalgo, casi esquina con Matamoros; fue de ese punto de donde partió el cortejo y el contingente con más de 100 personas en bicicleta, enfilándose hacia el cementerio.
El lamentable deceso de Mingo Loera provocó que varios perfiles en redes sociales emitieran comentarios sobre su vida, su trayectoria deportiva y su relación amigable que lo caracterizaba, lo que le permitió una cercanía con muchas personas de distintos círculos sociales.
Ciclistas, beisbolistas, familiares y amigos conformaron un numeroso grupo de personas que acompañaron los restos de Domingo Loera hasta ser depositados en el camposanto.

