Las bajas temperaturas ponen en riesgo tus tuberías y medidor, pudiendo provocar fugas, roturas por congelamiento y fallos en el sistema hidráulico. Para evitar pérdidas, gastos innecesarios y asegurar un buen funcionamiento, protégelos con tela, papel y plástico. Más vale cubrir que lamentar. Por una seguridad hídrica, ¡cuidemos el agua!

