Los sistemas de saneamiento y de tratamiento de aguas residuales mal gestionados pueden generar importantes emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente metano y óxido nitroso. Esta problemática evidencia la necesidad de mantener instalaciones sanitarias seguras, eficientes y en buen estado, para proteger tanto la salud pública como el medio ambiente.Recordemos que un retrete seguro es fundamental para prevenir enfermedades, evitar la contaminación y garantizar un saneamiento adecuado para todas y todos. Cuidemos nuestras instalaciones y fomentemos prácticas responsables que ayuden a reducir riesgos y a mantener un entorno más saludable.Por una Seguridad Hídrica ¡Cuidemos el Agua!

